martes, 23 de septiembre de 2014

La inclusión y la construcción de paz

Por: Andrea Salazar Arango
Gerente de Programas
Fundación Saldarriaga Concha 

Si bien las transiciones de la guerra a la paz son un problema tan antiguo como las guerras mismas, el concepto de construcción de paz sólo emerge como un conjunto coherente de herramientas y análisis para la administración de dichas transiciones recientemente. 

En 1992, el entonces Secretario General de la Organización de las Naciones Unidas (ONU) Boutros Boutros-Ghali, publicó  la “Agenda para la Paz” en la cual, por primera vez, se presentaron elementos de la construcción de paz para el post conflicto, con el fin de ayudar a la prevención y solución de las guerras en la posguerra fría, al interior de los países en el mundo. 

Así, identificó la construcción de paz como todas las acciones dirigidas a identificar y apoyar estructuras tendientes a fortalecer y solidificar la paz para evitar una recaída en el conflicto (Boutros Ghali, 1992).  De esta forma, en los procesos de paz en donde se busca una transición de un período de guerra a la paz, se pretende promover la capacidad para diseñar programas que apunten a la ingeniería de la reconstrucción de la infraestructura, así como también al desarrollo de mecanismos de restauración social, económica y política que apunten al tratamiento de las causas que en principio produjeron el conflicto, para evitar su recaída.   

Inicialmente, los enfoques de construcción de paz estaban sólo enmarcados en esfuerzos militares, de recuperación del territorio y dejación de armas.  Sin embargo, con la evolución y aparición de conflictos en distintos componentes, el mundo se vio en la obligación de entender las estrategias de construcción de paz desde perspectivas más amplias de desarrollo que incluyan el abordaje de las estructuras de los conflictos y generen oportunidades para la población en general.

Anteriormente se entendía solo en perspectiva de post conflicto, es decir, acciones a desarrollar posterior a la resolución de un conflicto por cualquiera que fuera el medio.  Ahora, con la evolución que han tenido conflictos en el mundo, como por ejemplo el Colombiano, se ha visto la necesidad de entender desde el desarrollo del conflicto mismo, no esperar a que el mismo termine.  Esto en vista de que todos las acciones que se puedan desarrollar durante el conflicto mismo para construir tejido social, pueden augurar una paz mucho  más sostenible.

El concepto de construcción de paz es un proceso aún en construcción.  Sus avances se han dado gracias a la implementación de esfuerzos ad hoc, aprendiendo sobre la marcha y partiendo de los análisis, primordialmente post intervención, que se han hecho sobre sus efectos. 

El conflicto colombiano ha afectado indiscriminadamente a la población desde hace más de 50 años.  Aun cuando hay poblaciones que han sufrido más que otras sus efectos, las características de las dinámicas del conflicto han hecho que a lo largo y ancho del país se sufran sus consecuencias. 

El conflicto armado colombiano y las dinámicas de violencia en Colombia, encuentran sus raíces entre otros, en inequidad y exclusión.  Esta situación es aún más crítica para poblaciones que presentan alguna vulnerabilidad, y para la población con discapacidad y los adultos mayores es aun más claro.  Las acciones que se hacen deben ser más aglutinadoras. Hoy hay acciones dispersas, la idea es encaminar todas estas acciones hacia una misma meta de construcción de paz.  En los últimos años la discusión de paz se ha llevado a que no hay construcción de paz si no hay construcción de políticas de desarrollo. Debemos entender esa paz en términos de desarrollo social, para superar inequidad.

La Fundación Saldarriaga Concha, gracias a su trayectoria y aprendizajes, hoy le apuesta a la construcción de paz. Nuestras acciones no pueden ser ajenas a la realidad de las necesidades del país.  Por esta razón, le apostamos a la inclusión de las personas como marco de acción para mejorar las condiciones de la calidad de vida de poblaciones cuya vulnerabilidad se recrudece debido a las dinámicas del conflicto.


Nuestros proyectos tienen como objetivo el empoderamiento en deberes y derechos, el diseño y la implementación de metodologías que faciliten la inclusión de las poblaciones con las que trabajamos, y más importante aún, el uso de marcos conceptuales que den herramientas de análisis, comprensión y trabajo con poblaciones que han sido afectadas por el conflicto, pero que además, den cuenta de todas las dimensiones del ser humano en un ambiente de construcción de paz.  La Fundación entiende que los esfuerzos en materia de paz no se pueden hacer solos.  Invitamos a socios y amigos a aunar esfuerzos para trabajar por la Colombia que queremos.